Clase
jueves, 8 de octubre de 2009

Superhéroes

Joder, todos mis amigos tienen mucha suerte, todo el día fardando de lo increíbles que son sus padres, dicen que son superhéroes.
Antonio, que si su padre se va por la noche y vuelve a casa por la mañana con pertenencias nuevas, Eric que si su padre siempre vuelve a casa con un chuchillo manchado y dinero que antes no tenía, y Manuel que si su padre cada día cuando vuelve a casa tras salir del trabajo tiene en su coche manchas en la parte frontal, que según él son de chocarse a propósito contra los coches de los “villanos”.

Eso es lo que pensaba querido diario, hace unas horas, antes de hacer lo que he hice, cosa, querido diario, que te cuento a continuación:
Como estaba harto de que mis amigos me vacilasen sobre las heroicas aventuras de sus padres, decidí espiar al mío para ver si el realizaba acciones similares a la de los padres de mis amigos, pero nada, espiarlo solo sirvió para ver que es un ciudadano, mi padre, un ciudadano corriente, un ciudadano que como el resto sale de trabajar y vuelve a casa sin más.
No hace falta decir que me lleve un chasco enorme, y es por eso que pensé en ser yo el nuevo superhéroe de la ciudad.

Así pues me puse manos a la obra, y tras meditarlo, decidí seguir como modelo de superhéroe al padre Eric. Entonces salí a la calle y al igual que “super diego” (el papá de Eric), me puse a perseguir a una anciana y cuando esta se metió por un callejón estrecho y oscuro hice con el cuchillo lo mismo que el papá de Eric, y luego otra vez obrando como el tomé el dinero de la señora.

Tras todo esto caí pensativo unos segundos y llegué a la conclusión de que soy demasiado pequeño como para que me tomen por superhéroe, entonces, como alma que lleva el diablo salí corriendo hacia mi casa, no sin antes decirle a la señora, que por cierto estaba un poco fría, que se esperase allí un momento que ahora volvía.
Tras volver al callejón donde estaba la anciana introduje en su bolso un extraño carnet que llevaba mi padre siempre encima con toda su información, para que así la señora corriese la voz de que hay un nuevo superhéroe en la ciudad, y ya lo creo que lo hizo, ya que unas pocas horas después de mi acto vinieron unos señores a casa que se llevaron a mi padre a un sitio donde residen todos los superhéroes de mi ciudad.

2 comentarios:

Madame Blavatsky dijo...

Muy buen relato, un lenguaje muy vivo y mucha ironía. Me ha gustado, Marc. Lástima que ya haya pasado nuestro Esquince de los Superhéroes:

http://esquince.blogspot.com/search/label/Grito%2BSuperh%C3%A9roes

Esquince dijo...

Divertido y original. Y Madame Blavatsky publicitando. XD

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