-Señor Rodríguez, ¿tiene algo que replicarle al señor fiscal?
- No, nada que replicarle, señor juez.
- Pues entonces señor Rodríguez puede empezar a dar su versión de los hechos
- De acuerdo, pues mire, me encontraba con mis amigos disfrutando de las fiestas y bueno como usted ya sabe en las fiestas… uno se excede con el alcohol, y con lo que no es alcohol, ya me entiende de que hablo. En fin nuestra noche iba transcurriendo de bar en bar, de cerveza en cerveza, de whisky en whisky, y cómo ya he dado a entender antes… de porro en porro, de raya en raya y de “tripi” en “tripi”. En conclusión, como se diría vulgarmente, íbamos hasta las cejas.
Tras salir del último bar en el que estuvimos deambulamos un rato, no sabíamos dónde
estábamos, además nos sentíamos mareados, todo se veía borroso y fue entonces cuando empezamos a preocuparnos y comenzamos a buscar pistas para orientarnos, pero estábamos tan sumamente colgados que no éramos capaces de reconocer nada, así pues nuestras esperanzas de llegar esa noche a casa empezaron a desfallecer.
Nos tiramos en una esquina al más puro estilo mendigo y mientras mis amigos seguían despedrándose yo empecé a mirar a mi alrededor a ver si divisaba algo más que la patética situación en la que me encontraba junto a mis compañeros, nunca mejor dicho, de fatigas.
Por suerte o por desgracia, mi búsqueda no resultó en vano, y cerca de “nuestra” esquina divise la frase “Hotel AC”, nos dirigimos hacía ahí y entramos porque un amigo necesitaba usar el servicio, y como es normal no nos dejaron pasar, primero porqué no éramos huéspedes del hotel, y lógicamente por nuestro deplorable estado.
De esos momentos sólo recuerdo que la sangre me empezó a hervir y que golpee al empleado que nos había negado la entrada recinto, que cayó de manera violenta contra el suelo.
Después de eso caí al suelo aturdido y todo se puso borroso, lo último que recuerdo es a un policía levantándome y a los servicios médicos intentando, supongo, reanimar al empleado.
-¿Algo más que añadir señor Rodríguez?
- Sí señoría
- Pues adelante
- Se que esto no sirve de nada decirlo a estas alturas, y es más, supongo que es lo que dirán todos, pero tenga fe de que yo lo digo de corazón, señoría estoy muy arrepentido de lo que hice.
(Llantos)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
La de textos diferentes que pueden salir de un mismo argumento.
Publicar un comentario