El día que no pueda sentir nada será la hecatombe. Da igual qué sentimiento: rabia, amor, dolor, odio, felicidad, placer, frustración, agradecimiento, cariño, soledad, miedo... No importa el sentimiento que me domine, lo importante es que sienta algo. Cuando me domina el hastío me odio a mí misma y a todo lo que me rodea, me torno gris y mi aura negra, si por el contrario es la inspiración o la motivación, el mundo es de un extraño color verde que me impulsa a vivir y a ser feliz.
No sólo en mí misma, el día que no sintamos dejaremos de ser humanos. Si este día llegara, si dejáramos de sentir, ni avanzaríamos ni retrocederíamos, y el mundo terminaría con la muerte por apatía. Eso sería la verdadera hecatombe humana, que dejáramos de sentir.
2 comentarios:
Pues lo triste es que cada vez sentimos menos. ¿Cuántas veces nos pones en las noticias escenas de gente muerta en guerras mientras seguimos comiendo? Esta sociedad insensibiliza para poder seguir cometiendo injusticias sin que nadie se levante en contra.
Totalmente de acuerdo con Esquince, es triste que cada día nos insensibilicemos un poquito más, y cosas como la violencia nos parezcan ya bastante monótonas y no nos hagan sentir más que indiferencia.
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