Dime un sinónimo de Hecatombe

- ¡Papá, papá!
- ¿Que quieres hijo?
- Necesito que me digas un sinónimo de hecatombe para acabar los deberes de la escuela.
- Bueno, haber… mmm…
- ¡Venga papá, que seguro que se te ocurre alguno!
- Pues hijo la verdad es que no
- Vale, de acuerdo, pero te pongo deberes para mañana, para mañana quiero que me digas un sinónimo de hecatombe.
- De acuerdo hijo.

(Risas)

Esa es la conversación que tuve hace un par de días con mi hijo y aunque parezca ridículo y sinónimo de mezquindad me costó encontrar un sinónimo para la palabra hecatombe, me costó tanto, que tuve que sentir en mis carnes ese sinónimo.

El día que tenía que entregarle a mi hijo los deberes que me puso, como de costumbre, me dirigí, nada más terminar de desayunar, a trabajar, en la empresa de electrodomésticos en la que trabajo, pero al llegar me llevé una gran decepción, algo que me hizo sentir como que parte de mi vida se iba a tomar viento (por no decir algo más gordo), la empresa estaba cerrada, y según supe a través de un compañero, la habían trasladado a la India, creo que a Bangladesh, porqué aquí la empresa no tiene tanto beneficio como desearía, y claro, para ganar 4 “duros” más se la llevan a la India, donde abusarán de jóvenes pobres y de la gente pobre en general, haciéndoles trabajar por míseros sueldos, de sol a sol y sin ningún tipo de seguro ni contrato, mientras el empresario, a pegarse la gran “vidorra” sin dar un palo al agua, y de paso, por qué no, jodiendo la vida de los que nos quedamos sin trabajo, aquí en Cataluña, por qué claro, como reclamamos sueldos justos y dignos, seguridad laboral, subsidio o “finiquito” en caso de que nos despidan, pedimos bajas por maternidad o paternidad o por enfermedad, y nos gusta cumplir el horario laboral de 8 horas por el que murieron tantos obreros, no tenemos derecho a trabajar.

Indignado, cabreado y triste me monté de nuevo en el coche y empecé a darle vueltas a la cabeza y pensé en cómo se mantendría ahora mi familia tan solo con el dinero del paro, que lógicamente no podía ser mucho, ya que al no haber empresas estatales el beneficio de las empresas que hay, todas ellas privadas, recae lógicamente en manos de un privado que usará ese dinero para su propio uso y disfrute, nunca para un beneficio social, dejando así al estado con la única posibilidad de obtener capital a través de los impuestos, cosa que hace que éste (el estado) no tenga suficientes recursos como para pagar subsidios públicos con costes elevados, así pues llegué rápidamente a la conclusión de que mi familia y yo tendríamos que apretarnos bastante el cinturón.

Este pensamiento me abstrajo tanto que cuando salí del mi ensimismamiento ya había llegado a mi siguiente e improvisado destino, el banco, al cual fui para sacar algo de dinero de mi cuenta, puesto que era fin de mes y el dinero que había en casa no era abundante precisamente. Aparqué mi vehículo, bajé de él, y me dirigí a la sucursal bancaria, que estaba delante de donde aparqué, pero cuando crucé la calle y me planté delante del banco, resultó que éste estaba cerrado, extrañado miré la hora, eran las 9:30, a estas horas normalmente el banco solía estar abierto, me pareció raro, y es por eso que me quede un momento bastante “empanado” delante del banco y no reaccioné hasta que pocos segundos después un anciano que paseaba por esa calle me dijo que tanto esta sucursal de mi banco como del banco en general había cerrado sus puertas, ya que el dueño invirtió mal parte de un dinero proveniente de las arcas del banco (El dinero depositado en el banco por los clientes) perdiendo totalmente ese dinero, y por miedo a que los afectados le reclamasen se largó a vete tú a saber donde con el resto de dinero proveniente de los ahorros del resto de clientes, es decir con el dinero que no invirtió.

Tras oír esto me metí otra vez en el coche con la cabeza a punto de estallar en mil pedacitos, no sé si por rabia, impotencia, tristeza o por todo en general, - ¿así que un banquero se ha pulido parte de mis ahorros en una inversión mal hecha y la otra parte se la ha llevado a allá donde esté, dejándome a mí y a mi familia sin un puto duro?- Esas son las palabras que pronuncié nada más entrar en mi coche una vez me di cuenta de la situación en la que me encontraba, sin trabajo porqué lo que yo hago por 1200€ al mes lo hace una persona de la india por 1 o 2 € al día y sin dinero porqué un impresentable (por no decir un taco) banquero se lo ha llevado por qué le ha dado la santísima gana, si es que ya lo decía Barón rojo: “No no no no! no les dejes más guarda tu dinero y medrar No no no no! llévatelo ya no les dejes especular. Vampiros, banqueros nos chupan en silencio la sangre y el dinero.” Así pues aún más cabreado que antes me puse a conducir hacia mi casa con la esperanza de estamparme contra un camión y acabar desparramado por el arcén de la carretera.

Finalmente llegué a caso sano y salvo, y cuando abrí la puerta vi a mi hijo que lo primero que hizo tras saludarme fue preguntarme por la palabra que le debía.

- ¿Papá tienes ya el sinónimo de hecatombe?
- Si hijo, si
- ¿Y cuál es?
- Capitalismo hijo, capitalismo.